La basílica de Santa Sofía, la joya de Estambul
La Basílica de Santa Sofía es el cuarto edificio religioso más grande de Europa después de San Pedro en Roma y las catedrales de Sevilla y Milán.
La basílica de Santa Sofía, que tiene más de 1500 años de historia, es una de las grandes maravillas de la arquitectura mundial. Se trata de uno de los símbolos más importantes de Estambul. Se sitúa en el punto más alto de la ciudad y es el icono de la ciudad. Destaca la gran cúpula central y los cuatro minaretes que la rodean. Dicha cúpula se alza imponente con sus 30 metros de diámetro.
Santa Sofía: su construcción y sus reconstrucciones
La basílica de Santa Sofía fue construida entre el 532 y el 537 bajo el mandato de Justiniano. Pero antes de esta versión, hubo dos anteriores que quedaron destruidas. Su primera construcción data del 360, bajo el mandato de Constantino, pero un incendio la destruyó el 404.
La segunda basílica se reconstruyó el 415, pero en la Revuelta de Niká en el año 532 quedó destruida de nuevo. Poco después de su última construcción, un terremoto dañó parte de este monumento. Y fue cuando en su reparación, se alzó mucho más la cúpula convirtiéndose así en el monumento que es ahora. Desde sus inicios sirvió como catedral ortodoxa bizantina, pero también como catedral católica entre 1204 y 1261 y como edificio musulmán después. En 1931 la mezquita se cierra al público y se reabre en 1935, esta vez como museo.
¿Qué encontramos en el interior de Santa Sofía?
Las dimensiones de la sala principal sorprenden a todos los turistas nada más entran a la basílica. Además de sus grandes dimensiones, también destaca la decoración y las grandes columnas interiores. La planta es un rectángulo de 77 x 71 metros. En el interior de la Basílica, encontramos 107 columnas que dividen los espacios espacios interiores. Se completa con dos pequeñas naves a los lados que soportan las galerías superiores. La mayoría de la decoración de los capiteles es de inspiración vegetal bizantina. En la parte izquierda de Santa Sofía, se encuentra la llamada Columna de San Gregorio. Esta columna es famosa por curar dolencias tan dispares como la ceguera, la invalidez o problemas de fertilidad. Mazos del Hearthstone
En la segunda planta, se encuentran numerosos mosaicos de gran interés histórico. El más destacado muestra al emperador Constantino y a la emperatriz Zoe adorando a Cristo. Originalmente, la cúpula estaba decorada con una representación del cielo, pero tras la conquista islámica, los mosaicos se sustituyeron por citas del corán. Hay enormes medallones, añadidos en el siglo XV, recuerdan a Alá, Mahoma y los cuatro primeros califas. Además, también se ubica aquí la tumba de Enrique Dándolo, duque veneciano que falleció el 1205 en Constantinopla. También es muy recomendable observar las vistas de la Mezquita Azul que ofrece esta segunda planta.
Es recomendable llegar con tiempo, pues se suelen formar grandes colas para acceder a este monumento. Sin duda, la basílica de Santa Sofía es uno de los monumentos más visitados del mundo.
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La Basílica de Santa Sofía: icono de Estambul
La Basílica de Santa Sofía es el cuarto edificio religioso más grande de Europa después de San Pedro en Roma y las catedrales de Sevilla y Milán. La basí
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